lunes, 9 de julio de 2018

Comunidad Minika en Colombia


En el colegio me pusieron a leer "Narraciones Indígenas de la Selva", un libro escrito por Juan Kuiru Naforo. Cuando lo comencé a leer me llamó la atención que algunas palabras terminaban en "maki". Ah! debo decirles que cada página del libro tiene la versión español y la versión minika de las historias. Leyendo y leyendo me di cuenta que palabras como dijeron, vivieron, despertaron y salieron coincidían con la finalización de las palabras en "maki". Me dió mucha alegría darme cuenta que de esta forma estaba aprendiendo cómo hablar minika.

La comunidad Minika vive en Leticia, Iguaparaná, Caraparaná, Caquetá, Putumayo y Bogotá, Colombia. Me encantó saber que ellos quieren a la tierra como un ser vivo, pero a la vez me siento mal porque entendí que le quitamos órganos importantes a nuestra madre tierra como el oro, el carbón, el cobre y los árboles. 

Narraciones Indígenas de la Selva
Me dió tristeza y dolor saber que los obligamos a ser como nosotros, que tengan celulares, tabletas, dinero, porque ellos no tienen esa costumbre, esas son costumbres de ciudad. Ellos no son indígenas ni más ni menos que nadie que nadie, son una familia grande y tenemos que aceptarlos como son. Tienen muchas lecciones que darnos sobre cuidado y amor a la naturaleza. Por eso a partir de ahora mi compromiso es cuidar a la madre tierra, no engañar a nadie y no maltratar a nadie.

Recomiendo a todos los gablafans que lean este libro porque hablan de seres interesantes, cuidadosos, que saben proteger y cuidar la naturaleza. Algunas de sus fàbulas y narraciones me hicieron reir y otras me pusieron triste. La de Sefi ringo jenóde, es la que más me hizo reir y también poner triste porque Sefi buscaba compañera y cuando la encontró era una viuda y los hijos de ella lo trataban mal, le decían: "eres tan feo como Jimére Akaido" y por eso no podía vivir con su madre. Las narraciones indígenas siempre tienen valores como respeto por el otro y la honestidad, muy importantes para la vida.